28/7/09

¿Providencia o manipulación?

Meditación del Lunes XVII
de tiempo Ordinario
Ciclo Ferial I (año impar)

Textos:
Éxodo 32,15-24.30-34
San Mateo 13,31-35

El día de ayer escuchábamos el pasaje de la multiplicación de los panes, viendo como Dios es providente, descubriendo que Dios no os abandona y a su tiempo no va dando todo lo que necesitamos. El día de hoy se nos invita a la reflexión y así descubrir que tanto estamos dispuestos a recibir esta acción providencial. En la primera lectura nos muestra la falta de fe de parte del pueblo apara con esta providencia, pues creen que Dios los ha abandonado, a pesar de que los ha liberado, les ha dado maná, les mostró su amor. Pero hoy dudan, no saben donde está Moisés y por tanto creen que ya no está con ellos. Esto les da miedo, dejan de creer en su providencia. Por ello deciden construir el Becerro de oro, y esto representa que quieren que Dios esté ahí, que ese Dios que los ha salvado actúe por medio de esa imagen. Ante su ausencia quieren retenerlo y hacer de él lo que quieran.
Muchas veces creemos que el becerro de oro indica que el pueblo de Israel se hizo otro Dios, otro Ídolo en quien creer, pero no es así, lo que el texto está tratando de decirnos es precisamente que ese Becerro es Yahveh, pero que ahí lo quieren retener, ahí lo representan, y ahora ya no se les esconderá, ya no podrá irse, y por tanto ahora es suyo y lo podrán manipular a su antojo. Eso implica que dudan de su providencia, creen que no actuará a su tiempo y así al tener una imagen de él lo manipularán para que actúe siempre que ellos decidan.
Sin embargo, Dios es de manipulaciones, aunque muchas veces lo hacemos porque queremos tener imágenes, cadenas, para la buena suerte, para que no falte nada, para que me proteja a fuerzas. Desconfiando que Dios actúa, y es providente. Dios actúa cuando menos lo esperamos, como lo muestra el Evangelio: El reino es como una semilla de mostaza es pequeña, imperceptible, pero con el tiempo crecerá lentamente. Por tanto, la acción de Dios es lenta, imperceptible, gradual, pero capaz de ir transformando toda a su debido tiempo.
Deberíamos de preguntarnos que tanto vamos confiando en su providencia o bien que tanto somos desconfiados y queremos retenerlo por otros medios, o que tan faltos de fe que creemos que hemos sido olvidados. Lo importante es que al analizarnos nos demos la oportunidad de creer, que aumente la fe y vaya creciendo lentamente para acoger a los demás.

1 comentario:

  1. PADRE, CREO Y TENGO FE PERO LE PIDO A DIOS QUE ME DE LA GRACIA DE OBEDECERLO SIEMPRE Y QUE AU MENTE MI FE Y MI OBEDIENCIA A LO QUE SEA SU SANTA VOLUNTAD. AMEN

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