9/1/11

«... porque conviene cumplir toda justicia»

Meditación con motivo de la fiesta del Bautismo del Señor
Ciclo /A/

Textos:
Isaías 42,1-4.6-7
Hechos 10,34-38
San Mateo 3,13-17

Todos los que han recibido el bautismo, se han incorporado a la Iglesia, pero finalmente qué significa eso, es a caso un mero rito de iniciación par entrar en una congregación, o bien un rito cultual vacío o sin sentido, o una mera formalidad social para hacer una fiesta. No puede ser así, pues es un sacramento que nos llena de la presencia de Idos en nuestras vidas, y por tanto el bautismo es el medio para que el creyente entre en la vida de la Iglesia, y con ello se comprometa a transformar la realidad con la vivencia de la fe que aceptó en ese día
Hoy celebramos la festividad del bautismo del Señor. Con esta fiesta se termina el tiempo de Navidad, y se abre la puerta del tiempo ordinario. Y nos invita a reflexionar y a colocarnos delante de este sacramento y descubrir el sentido de nuestro bautismo, profundizando en el bautismo de Jesús.
El texto del Bautismo de Jesús en la versión de san Mateo que hoy escuchamos presenta una peculiaridad que los otros evangelios de Marcos y Lucas, no nos presentan. Nos habla de un diálogo entre Jesús y Juan el Bautista. Este diálogo es por un lado una novedad con respecto a los otros dos evangelios, pero el miso tiempo tiene una fuerte cargar, pus en este diálogo encontramos las primeras palabras de Jesús en el evangelio, y ello son significativas, pues nos hablan del ministerio de Jesús a lo largo de todo el evangelio. Y al mismo tiempo, nos da a conocer el sentido de e este episodio, y así nos lleva a entender todo el ministerio de Jesús por medio de esta escena paradigmática.
Primeramente, digamos porque existe este discurso sólo en el evangelio de Mateo. Parece ser que en la comunidad de Mateo, surgía una corriente, que después tomará más fuerza, donde se decía que Juan bautista era superior a Jesús, y una prueba de ello es precisamente es él bautiza a Jesús, marcando su superioridad. Mateo coloca este discurso introductorio para demostrar la superioridad de Jesús frente al movimiento del bautista. Y aprovecha esto, para colocar un elemento teológico para el relato y el resto de su evangelio, pues, por un lado Juan Bautista reconoce la grandeza de Jesús, y por otro Jesús contesta de manera que sirve para entender todo el misterio de Jesús en la obra. En conclusión, se forma una extraordinaria escena teológica.
Ante la llegada de Jesús al Jordán Juan se sorprende y simplemente dice: «Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!» Con estas palabras Juan reconoce la grandeza de Jesús, pero al mismo tiempo se sorprende de una realidad, ¿Por qué Jesús viene a bautizarse? Porque el bautizo de Juan era un bautizo de conversión, un bautizo que implica reconocerse pecador, y al sumergirse en las aguas el que recibe el bautizo, se compromete a morir a su vida pasada comenzando una vida distinta, transformando su vida. Esta idea con concuerda con Jesús, pues él no debe reconocerse pecador, no debe sumergirse en esas aguas donde el hombre renuncia a su mal. Eso es una reducción de la persona de Jesús, Jesús niega su papel. Si él es el Mesías, él viene a dar un castigo de fuego al pecador, cómo es posible que ahora venga a sumergirse en las aguas del pecado.
Este sumergirse implicaría que Jesús se hace solidario con el pecado del hombre, en lugar de castigarlo, de separarlo, de llevarlo a su destrucción. Eso es incomprensible para Juan, no es posible que ahora resulte que él se haga solidario con el hombre. Lo que Juan no ha logrado entender es que el bautismo de Jesús complementa el bautizo del pueblo, pues aquellos (el pueblo) se bautizaban para manifestar que renunciaban al mal en sus vidas. Pero para que el Reino llegue, no basta que uno renuncie al mal, no basta renunciar a la injusticia, como lo pretende el bautizo de Juan, sino que se debe dar un paso más. Si el hombre renuncia al mal, ahora debe de optar por la justicia, por la entrega hacia los demás. Al bautizarse Jesús, implica que él viene a dar su vida, a entregarse a favor de los demás. Juan los invita a la renuncia de lo injusto, pero con Jesús es a renuncia se vuele entrega a favor de los demás, dar la vida por los demás.
Si nos detenemos un poco, en esta consideración, implicaría que el sacramento del bautismo, es un renunciar al mal para vivir en el bien, para vivir como Jesús, tal y como lo expresa la segunda lectura del día de hoy: «… pasó haciendo el bien…» Eso quiere decir que el bautizado no es aquel que un día lo llevaron al templo, le echaron agua, y le sacaron una foto. Sino que el bautizado demuestra a los demás que es bautizado porque vive haciendo el bien. Es aquel que renuncia al mal, renuncia todo tipo de injusticia, de opresión, y entonces entrega su vida a favor de los demás, haciendo el bien a sus hermanos. Incluso el mismo rito del bautismo lo manifiesta, primero se hacen las renuncias al mal (como el bautismo de Juan), y después se hace la profesión de fe, y ello implica entonces adherirse al Dios del amor, a Jesús que se entrega. Hacer la profesión, implica una aceptación del proyecto de Jesús, haciendo suyo el proyecto de la entrega, de la cruz.
Ante la incomprensión del bautista Jesús inmediatamente le contesta. La traducción del texto litúrgico dice: «Haz ahora lo que te digo, porque es necesario que así cumplamos todo lo que Dios quiere.», sin embargo, el texto original dice: «Ahora déjame hacer esto, porque conviene cumplir toda justicia.» Con esta frase Jesús quiere remarcar el camino de salvación que se debe de llevar a cabo a través de este acto. Tratemos de entender esta frase analizado dos palabras fundamentales: Cumplir y justicia.
Jesús dice que se debe cumplir. Cuando se habla de cumplir, el verbo en griego que se usa aquí es pleroo, y no se refiere simplemente a una mera obediencia, sino remite a la idea de que algo está lleno, lo que está lleno hasta los bordes, indica la idea de completar las cosas, de cubrir una necesidad lo más posible, incluso en el lenguaje de los navíos indicaba la idea de que todo estaba dentro del barco para poder zarpar. Esto quiere decir que, no es simplemente cumplir las cosas, sino que se refiere a llevar a plenitud una realidad. El bautismo de Jesús es un acto decisivo que lleva todo a plenitud, que pone todo los elementos necesarios para que se lleve a cabo la salvación. Por lo que, al decir “conviene cumplir”, no quiere decir simplemente, “conviene obedecer a Dios en lo que quiere”, sino que Jesús le manifiesta que este acto lleva a plenitud todo. Así como, se pone todo lo necesario en el barco y pueda zarpar, así el bautizo es el elemento fundamental para que la salvación pueda zarpar, para que la salvación pueda seguir adelante. La entrega que Jesús viene a hacer por la humanidad, su acto de amor es decisivo para la salvación, el tomar el pecado, el sumergirse en él es vital para que se coloque los elementos necesarios para seguir haciendo en la salvación. No es sólo cumplir la voluntad de Dios, es permitir que se coloquen los elementos de salvación, en este caso la entrega, simbolizada en el bautismo. Con esto se cumple todo el sentido de la historia de salvación y de las Escrituras mismas.
Por otro lado, el tiempo verbal de cumplir, nos remite a una acción que se lleva a cabo en un momento determinado, en un momento contundente, es una acción puntual. Eso quiere decir que el bautismo de Jesús, y por consiguiente su entrega es un acto decisivo, es un acto puntual, que se da en un momento de la historia, y con ello marcará la vida de la humanidad.
En segundo lugar, la justicia que dentro del pensamiento bíblico refiere a dos realidades. Por un lado, dar a cada uno lo que requiere. Dar justicia por ejemplo implica darle a cada uno lo que requiere en su vida. Muchas veces creemos que justicia es dar a cada uno lo que se merece, pero no es así. La justicia en la Biblia, implica dar a cada uno lo que necesita, lo que requiere en su vida para ser mejor. En segundo lugar la justicia (como consecuencia de lo anterior) es vivir desde la Ley de Dios. La justicia implica se capaz de vivir según los lineamentos de Dios. Pero van correlacionados los dos elementos, pues vivir la justicia implica estar atento a la Ley de Idos, estar atento a lo que Dice con su Palabra y vivir desde la dinámica de esa Palabra. Y si uno vive con la dinámica de la Palabra de Dios entonces el hombre es capaz de darle a cada uno lo que necesita, dar amor para el que vive en la miseria del odio, darle libertad al que vive en la esclavitud, dar el perdón para aquel que vive encerrado en el rencor.
Si Jesús dice que se debe cumplir toda justicia, quiere decir que se debe dar plenitud a la justicia. El bautizo de Jesús es la plenitud de a la justicia. Dar plenitud a la Palabra de Dios, a su Ley. Dar plenitud dando a la miseria del hombre una salvación definitiva. Con estas palabras se entiende que el Bautizo de Jesús es el signo con el cual él se sumerge en las aguas del pecado para hacerlo suyo y salvar al hombre por medio de la entrega, dándole así a cada uno lo que requiere, dando salvación, amor, redención al pecador que camina una vida nueva. El bautizo de Jesús es esa plenitud de la justicia de Dios en el mundo caído por el pecado. Al mismo tiempo estas palabras revelan el programa que Jesús debe de seguir a lo largo del evangelio. En el fondo todo el evangelio de san Mateo coloca esta realidad, Jesús que con sus palabras y sus milagros va dando plenitud a la justicia, va dando la plenitud a las Escrituras.
Nuestro bautismo es la participación en esta salvación que Jesús nos da, y nos invita a nosotros a vivir esa plenitud de justicia. Ser bautizado no significa simplemente tener una boleta de bautizo, sino que es la capacidad que tenemos de vivir en la justicia, voltear y ver a nuestro hermano y descubrir que necesita. Llevar la plenitud de justicia al que se siente solo, al que vive abandonado, al que vive deprimido, al que está angustiado, al que se ha equivocado, al que está desconsolado, al que perdió el sentido de su vida, al que ha sido traicionado, al que se ha equivocado. Descubrir esa miseria y darle justicia, darle lo que necesita compañía, solidaridad, perdón, compasión, presencia, paciencia, cercanía, alegría, consuelo, ayuda, amor. Sólo así el bautizo que hemos recibido tiene un verdadero y auténtico sentido en nuestras vidas.

3 comentarios:

  1. PADRE ¡LLEGÓ LA RESPUESTA! ¡GRACIAS A DIOS!
    ¡GRACIAS PADRE!
    ESTA FAMILIA GONZÁLKEZ BASTIDA, SE PONE EN CAMINO.

    ResponderEliminar
  2. Buenos días! Gracias por enseñar compartiendo! Estoy leyendo la biblia y quise profundizar en las palabras que nuestro Dios Jesús dijo, gracia a él(Dios Jesús) me encontré este blog. Ahora entiendo mas y espero reflejar(hacer lo que me pide Dios) este conocimiento en mi vida. Saludos!

    ResponderEliminar