Meditacón con motivo del Lunes VII del tiempo de Pascua
Textos:
Hechos 19,1-8
San Juan 16,29-33
El día de hoy en el evangelio de san Juan se nos presenta el final de otro de los discursos de Jesús durante la última cena. Después de esto vendrá el capítulo 17 en donde se hablará de la llamad oración sacerdotal, donde pedirá por la comunidad creyente.
Pero el día de hoy nos topamos con este epílogo del discurso del capítulo 16 en donde los discípulos muy emocionados le dicen a Jesús: «Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que tú has salido de Dios.» Con esto tratan de dar a entienden que ellos entienden de todo, saben quién es Jesús y ya nada los sorprende, pero inmediatamente Jesús les llama la atención: «¿Ahora creen? Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo.» Jesús les da a entender que no saben nada, no conoce su misión, pues más adelante ellos que dicen creer todo, se van a escandalizar, se van a atemorizar y van a dejarlo solo.
Esto nos da una enseñanza, no basta con saber quién es Jesús, sino asimilar su mensaje y e entender que no es fácil de vivirlo.
Nosotros muchas veces somos como los apóstoles, decimos que ya lo conocemos, que entendemos el evangelio, que sabemos catecismo, pero no basta eso, pues de repente llegan las persecuciones, hay escándalos en la Iglesia, hay ataques contra el Papa, hay manifestaciones en la sociedad que atacan fuertemente la fe y a Dios mismo. Y ante eso nos escandalizamos, y decimos ‘¿Por qué lo per mite Dios?’ ‘¿Por qué a nosotros?’ Más aún cuando hacemos las cosas bien y vienen más ataques, porque nuestro trabajo bien hecho incomoda a los demás. No basta saber, no basta conocer, es necesario asimilarlo, y reconocer que exigencias hay con Jesús, y saber que vivir el evangelio trae persecuciones, así como serle infiel a ese mensaje.
Sin embargo Jesús dice al final una frase alentadora: «No tengan miedo, yo he vencido al mundo.» Y cuando habla del mundo se refiere a aquellas fuerzas del mal que destruyen al hombre, aquello que se opone al proyecto de Dios. Jesús les dice que no teman, que él ha vencido al mundo. Esto es cierto él lo ha vencido de una manera contundente por medio de la resurrección.
Esta frase debe de llenarnos de esperanza y de gozo, pues puede haber persecuciones, puede haber críticas, pero si realmente pongo lo que tengo de mi parte puedo vencer el mundo con la fuerza de la resurrección. Esta frase está cargada de esperanza, pero no en el sentido en el que nos sentemos a esperar haber si Jesús hace algo, sino que debe de motivarnos a cambiar, como dice el Papa Benedicto en su encíclica sobre la esperanza, que la esperanza no sólo es informativa, sino prefomativa, es decir, no sólo nos avisa o da el anuncia de que hay esperanza, no sólo es el informe, sino que es preformativa, nos debe de modelar para cambiar para hacer algo y cambiar las estructura imperantes.Que estas palabras haga caer en cuenta de que no es fácil ser discípulo e Jesús pero que es posible serlo, con la fuerza que él nos da, así comprometernos y ser verdaderamente sus discípulos files, signo y testimonio de su resurrección.
Textos:
Hechos 19,1-8
San Juan 16,29-33
El día de hoy en el evangelio de san Juan se nos presenta el final de otro de los discursos de Jesús durante la última cena. Después de esto vendrá el capítulo 17 en donde se hablará de la llamad oración sacerdotal, donde pedirá por la comunidad creyente.
Pero el día de hoy nos topamos con este epílogo del discurso del capítulo 16 en donde los discípulos muy emocionados le dicen a Jesús: «Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que tú has salido de Dios.» Con esto tratan de dar a entienden que ellos entienden de todo, saben quién es Jesús y ya nada los sorprende, pero inmediatamente Jesús les llama la atención: «¿Ahora creen? Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo.» Jesús les da a entender que no saben nada, no conoce su misión, pues más adelante ellos que dicen creer todo, se van a escandalizar, se van a atemorizar y van a dejarlo solo.
Esto nos da una enseñanza, no basta con saber quién es Jesús, sino asimilar su mensaje y e entender que no es fácil de vivirlo.
Nosotros muchas veces somos como los apóstoles, decimos que ya lo conocemos, que entendemos el evangelio, que sabemos catecismo, pero no basta eso, pues de repente llegan las persecuciones, hay escándalos en la Iglesia, hay ataques contra el Papa, hay manifestaciones en la sociedad que atacan fuertemente la fe y a Dios mismo. Y ante eso nos escandalizamos, y decimos ‘¿Por qué lo per mite Dios?’ ‘¿Por qué a nosotros?’ Más aún cuando hacemos las cosas bien y vienen más ataques, porque nuestro trabajo bien hecho incomoda a los demás. No basta saber, no basta conocer, es necesario asimilarlo, y reconocer que exigencias hay con Jesús, y saber que vivir el evangelio trae persecuciones, así como serle infiel a ese mensaje.
Sin embargo Jesús dice al final una frase alentadora: «No tengan miedo, yo he vencido al mundo.» Y cuando habla del mundo se refiere a aquellas fuerzas del mal que destruyen al hombre, aquello que se opone al proyecto de Dios. Jesús les dice que no teman, que él ha vencido al mundo. Esto es cierto él lo ha vencido de una manera contundente por medio de la resurrección.
Esta frase debe de llenarnos de esperanza y de gozo, pues puede haber persecuciones, puede haber críticas, pero si realmente pongo lo que tengo de mi parte puedo vencer el mundo con la fuerza de la resurrección. Esta frase está cargada de esperanza, pero no en el sentido en el que nos sentemos a esperar haber si Jesús hace algo, sino que debe de motivarnos a cambiar, como dice el Papa Benedicto en su encíclica sobre la esperanza, que la esperanza no sólo es informativa, sino prefomativa, es decir, no sólo nos avisa o da el anuncia de que hay esperanza, no sólo es el informe, sino que es preformativa, nos debe de modelar para cambiar para hacer algo y cambiar las estructura imperantes.Que estas palabras haga caer en cuenta de que no es fácil ser discípulo e Jesús pero que es posible serlo, con la fuerza que él nos da, así comprometernos y ser verdaderamente sus discípulos files, signo y testimonio de su resurrección.
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