10/12/10

¡Gaudete!

Meditación con motivo del III Domingo de adviento
Ciclo/A/


Textos:
Isaías 35,1-6.10
Santiago 5,7-10
San Mateo 11,2-11

Hoy la Iglesia celebra este tercer domingo de adviento, denominado domingo de Gaudete, el domingo del gozo. Es un gozo, que sucede en medio del tiempo del adviento, un gozo que inunda el corazón del creyente en medio de la espera, porque Dios viene a su encuentro. Dios viene, y eso es señal de alegría pues la luz se hace cada vez más cercana a nuestra historia, a nuestra realidad, la luz de la navidad está ya cerca.
Y justo sobre eso nos habla el evangelio de hoy, nos retrata de una manera magistral la razón y sentido del gozo: «Los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.» Nos habla de las señales mesiánicas, signos que deben suscitar precisamente el gozo, pues Dios viene a salvar al hombre, viene a darle plenitud a su historia y para ello debe salir adelante, regenerando todo tipo de enfermedades que lo alejan de su presencia salvadora.
Estos signo de Jesús deben suscitar la alegría, pues es posible la transformación del hombre, es posible una nueva historia en su realidad. Jesús viene a transformar las estructuras, Dios viene a hacerse cercano a nuestras vidas. La pregunta que se impone hoy, por lo tanto, no es si Dios viene a nosotros, sino meditar y ver, si nosotros dejamos que Dios entre en nuestras vidas, pues a veces dejamos que nuestro corazón se vea invadido por el materialismo, por la indiferencia, la desconfianza, el desamparo, pero no dejamos que Dios venga entre en la vida y le de una nueva perspectiva.
Este tercer domingo se convierte por lo tanto, en un momento para meditar y ver hasta donde nosotros dejamos que Dios entre en nuestra vida, hasta donde somos capaces de ser sensibles a descubrir sus signos mesiánicos que están en medio de nosotros, caminando esos sentimientos que nos destruyen, en unos que regeneren nuestro corazón, sean capaces de suscitar la alegría en nuestro ser.Cierto que a lo mejor las dificultades de esta vida son tan arduas que no podemos seguir adelante, que nos desaniman, que nos hunden en la más terrible de las tristezas, pero es momento de alzar los ojos y ver que Dios está en medio de nosotros, a lo mejor no lo vemos como quisiéramos, a lo mejor parece que nos ha dejado, que no está aquí, y ante eso recordemos lo que nos dice la segunda lectura: «Tengan paciencia y anímense, porque la Venida del Señor está próxima.» Y entendamos la paciencia no como algo meramente pasivo, como si no hiciéramos nada, pero no, ser pacientes significa sobre todo, esperar, pero trabajando, desde la dinámica del esfuerzo, haciendo lo que toca, lo que corresponde para seguir adelante, y en medio de so ser capaces de ir reconociendo los signos de Dios, los signos de vida que nos alientan y animan a seguir adelante, a no perder la alegría, pues ese es la característica del cristiano, y que se pelnifica a la luz de la navidad.

1 comentario:

  1. PADRE ¡LOS CIEGOS...VEMOS! ¡LOS SORDOS...ESCUCHAMOS! ¡LOS MUDOS...HABLAN!
    LA FAMILIA GONZÁLEZ BASTIDA, CON SUS HERMOSOS HIJOS, UNO DE ELLOS MIGUEL ÁNGEL, DAN TESTIMONIO DE ELLO.
    ¡BENDITO, BENDITO, BENDITO SEA DIOS MISERICORDIOSO. HOY Y SIEMPRE!

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