Meditación con motivo del 22 de diciembre
Textos:
1 Samuel 1,24-28
San Lucas 1,46-56
Un cántico, es una característica central que aparece dentro de la vida de una comunidad, para mostrarnos los elementos que conforman la identidad de una comunidad. Por ejemplo hoy en día cada nación tiene su propio himno nacional, que es un cántico que indica diversos elementos de la vida de una nación, que dan una razón de ser a su país. O bien, cuan do alguien escucha alguna canción y llega a decir que esa canción le recuerda alguna etapa de su vida o el inicio de una relación, en el fondo nos está indicando que esa canción lo lleva a identificarse con alguna característica de su vida, que le describe algo de sí, o que da una memoria o sustenta a alguna relación. De esta manera un canto, se puede convertir en la sustancia de una realidad, de la vida de alguien o de una nación.
Hoy el texto del evangelio nos presenta el cántico de María, este cántico que no es simplemente una mera alabanza, sino que nos remite a una alabanza que muestra la identidad de María, y con ella la identidad de la comunidad cristiana. Analicemos algunos elementos para descubrir cuál es la identidad de la comunidad cristiana, y con ello descubrir cuál es el llamado que Dios nos hace por medio de esta alabanza que se convierte en el rezo de todas las tardes en la oración oficial de la Iglesia: las vísperas.
«Mi alma alaba la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador.» En primer lugar se nos habla acerca de una comunidad que alaba, una comunidad que vive orientada hacia Dios. Cuando dice que su alama a Dios, se refiera a que toda su vida está orientada hacia Dios. El alma en el pensamiento bíblico nos lleva a la idea de la vida del hombre, la vida en cuanto animada. Por tanto es una imagen de toda la vida del hombre, toda la vida con sus diferentes características, con sus diversos elementos. Que él alma alabe al Señor, se refiere ante todo a que la vida toda está orientada a alaba a Dios, a poner los ojos en Dios. Es una salida del hombre hacia Dios, pues se descubre capaz de orientarse a Dios. Esto quiere decir que, la comunidad debería de ser aquella que oriente su vida hacia Dios. Sin embargo hoy en día el hombre vive aprisionado en sí mismos, aprisionado en su propio egoísmo, en su propia autosatisfacción, creyendo que todo lo puede hacer por sí mismo, y no es capaz de levantar la vista y descubrir que Dios le ama, no es capaz de dirigirse hacia Dios.
«Todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.» Al hablar de las generaciones se refirieren a que los hombres de las diferentes etapas de la historia reconocerán un don en la Virgen, y por lo tanto, un don en la comunidad cristiana. Ese don que serán capaces de ver las diversas generaciones es el don de la felicidad. Todos la llamarán feliz porque ha sido mirada por Dios. Dios es la fuente de la felicidad y a lo largo del evangelio nos mostrará en donde radica la verdadera felicidad. Quiere decir que la comunidad cristiana es aquella que se caracteriza por la vivencia de la felicidad y las demás generaciones deben de descubrir esa característica. Esta es la invitación a descubrir que debemos vivir en la dimensión de la felicidad, que no parte de nuestra visión consumista, no del poder, ni de la soberbia. El cristiano es aquel que debe vivir orientado hacia Dios y esto debe llevar a tener la verdadera felicidad, una saciedad en la vida, que se contagia, que da sentido a nuestro caminar por la historia. La pregunta que deberíamos hacer en este día sería el por qué no soy feliz, que me falta, y descubrir si realmente vale la pena perder esa felicidad por ese deseo.
«La fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.» En tercer lugar podemos observar que la comunidad cristiana es la que reconoce que el lugar primordial de la comunidad, son los frágiles y pequeños de la historia. Pues el texto nos dice que Dios disipa a los soberbios, a los ricos; en cambio engrandece y favorece a los humildes. Dios no viene, por los que se creen superiores, no por los que dicen tener más fuerza o poder en el mundo, viene por los frágiles y pequeños, y así elevarlos. Tal vez, muchas veces olvidamos por ver a los frágiles, a los necesitados del mundo, y lo peor es que sólo vemos a los grandes, a los que tienen poder, y los vemos buscando un favor o beneplácito. Seguramente, hoy día se busca sólo quedar bien con el poder, y olvidamos a los frágiles que realmente necesitan del consuelo, ese consuelo que Dios quiere darles. Esta parte del cántico nos invita a descubrir que la identidad de la comunidad cristiana es la de la favorecer a los frágiles, a los pequeños, pero que muchas veces no vivimos esto como horizonte de comunidad, pues se busca el poder y sostener una estructura, mas no el evangelio.
«Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.» Esta estrofa nos habla de la presencia de Dios en medio de la historia, pues la comunidad no sale de la nada, es fruto del amor de Dios que se va manifestando en la historia, y por lo tanto hace historia con nosotros, comenzando con Abraham, y continuando. Por tanto, la comunidad es una comunidad que hace historia, se involucra en la historia para trasformar las estructuras, desde la visión del evangelio, y esto involucrase en la historia, es vital, pues creemos en un Dios que hace historia. La navidad es celebrar precisamente la plenitud, el sentido profundo de la historia de ese Dios que se ha hecho historia con nosotros, haciéndose hombre.Meditemos en este día hasta que punto vivimos auténticamente nuestra identidad como cristianos a la luz de este cántico, que es nuestra identidad y nuestra razón de ser en medio de la historia. Sólo así se puede celebrar auténticamente la navidad, pues la navidad es una fiesta en donde celebramos que Dios se hace uno con nosotros, que comparte nuestra historia, y si creemos en eso deberíamos de ver siempre hasta que punto vivimos orientados hacia él, hasta que punto buscamos la verdadera felicidad que viene de él, hasta donde vivimos unidos a los pequeños de la historia y desde ahí hacemos historia junto con él.
Textos:
1 Samuel 1,24-28
San Lucas 1,46-56
Un cántico, es una característica central que aparece dentro de la vida de una comunidad, para mostrarnos los elementos que conforman la identidad de una comunidad. Por ejemplo hoy en día cada nación tiene su propio himno nacional, que es un cántico que indica diversos elementos de la vida de una nación, que dan una razón de ser a su país. O bien, cuan do alguien escucha alguna canción y llega a decir que esa canción le recuerda alguna etapa de su vida o el inicio de una relación, en el fondo nos está indicando que esa canción lo lleva a identificarse con alguna característica de su vida, que le describe algo de sí, o que da una memoria o sustenta a alguna relación. De esta manera un canto, se puede convertir en la sustancia de una realidad, de la vida de alguien o de una nación.
Hoy el texto del evangelio nos presenta el cántico de María, este cántico que no es simplemente una mera alabanza, sino que nos remite a una alabanza que muestra la identidad de María, y con ella la identidad de la comunidad cristiana. Analicemos algunos elementos para descubrir cuál es la identidad de la comunidad cristiana, y con ello descubrir cuál es el llamado que Dios nos hace por medio de esta alabanza que se convierte en el rezo de todas las tardes en la oración oficial de la Iglesia: las vísperas.
«Mi alma alaba la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador.» En primer lugar se nos habla acerca de una comunidad que alaba, una comunidad que vive orientada hacia Dios. Cuando dice que su alama a Dios, se refiera a que toda su vida está orientada hacia Dios. El alma en el pensamiento bíblico nos lleva a la idea de la vida del hombre, la vida en cuanto animada. Por tanto es una imagen de toda la vida del hombre, toda la vida con sus diferentes características, con sus diversos elementos. Que él alma alabe al Señor, se refiere ante todo a que la vida toda está orientada a alaba a Dios, a poner los ojos en Dios. Es una salida del hombre hacia Dios, pues se descubre capaz de orientarse a Dios. Esto quiere decir que, la comunidad debería de ser aquella que oriente su vida hacia Dios. Sin embargo hoy en día el hombre vive aprisionado en sí mismos, aprisionado en su propio egoísmo, en su propia autosatisfacción, creyendo que todo lo puede hacer por sí mismo, y no es capaz de levantar la vista y descubrir que Dios le ama, no es capaz de dirigirse hacia Dios.
«Todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.» Al hablar de las generaciones se refirieren a que los hombres de las diferentes etapas de la historia reconocerán un don en la Virgen, y por lo tanto, un don en la comunidad cristiana. Ese don que serán capaces de ver las diversas generaciones es el don de la felicidad. Todos la llamarán feliz porque ha sido mirada por Dios. Dios es la fuente de la felicidad y a lo largo del evangelio nos mostrará en donde radica la verdadera felicidad. Quiere decir que la comunidad cristiana es aquella que se caracteriza por la vivencia de la felicidad y las demás generaciones deben de descubrir esa característica. Esta es la invitación a descubrir que debemos vivir en la dimensión de la felicidad, que no parte de nuestra visión consumista, no del poder, ni de la soberbia. El cristiano es aquel que debe vivir orientado hacia Dios y esto debe llevar a tener la verdadera felicidad, una saciedad en la vida, que se contagia, que da sentido a nuestro caminar por la historia. La pregunta que deberíamos hacer en este día sería el por qué no soy feliz, que me falta, y descubrir si realmente vale la pena perder esa felicidad por ese deseo.
«La fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.» En tercer lugar podemos observar que la comunidad cristiana es la que reconoce que el lugar primordial de la comunidad, son los frágiles y pequeños de la historia. Pues el texto nos dice que Dios disipa a los soberbios, a los ricos; en cambio engrandece y favorece a los humildes. Dios no viene, por los que se creen superiores, no por los que dicen tener más fuerza o poder en el mundo, viene por los frágiles y pequeños, y así elevarlos. Tal vez, muchas veces olvidamos por ver a los frágiles, a los necesitados del mundo, y lo peor es que sólo vemos a los grandes, a los que tienen poder, y los vemos buscando un favor o beneplácito. Seguramente, hoy día se busca sólo quedar bien con el poder, y olvidamos a los frágiles que realmente necesitan del consuelo, ese consuelo que Dios quiere darles. Esta parte del cántico nos invita a descubrir que la identidad de la comunidad cristiana es la de la favorecer a los frágiles, a los pequeños, pero que muchas veces no vivimos esto como horizonte de comunidad, pues se busca el poder y sostener una estructura, mas no el evangelio.
«Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.» Esta estrofa nos habla de la presencia de Dios en medio de la historia, pues la comunidad no sale de la nada, es fruto del amor de Dios que se va manifestando en la historia, y por lo tanto hace historia con nosotros, comenzando con Abraham, y continuando. Por tanto, la comunidad es una comunidad que hace historia, se involucra en la historia para trasformar las estructuras, desde la visión del evangelio, y esto involucrase en la historia, es vital, pues creemos en un Dios que hace historia. La navidad es celebrar precisamente la plenitud, el sentido profundo de la historia de ese Dios que se ha hecho historia con nosotros, haciéndose hombre.Meditemos en este día hasta que punto vivimos auténticamente nuestra identidad como cristianos a la luz de este cántico, que es nuestra identidad y nuestra razón de ser en medio de la historia. Sólo así se puede celebrar auténticamente la navidad, pues la navidad es una fiesta en donde celebramos que Dios se hace uno con nosotros, que comparte nuestra historia, y si creemos en eso deberíamos de ver siempre hasta que punto vivimos orientados hacia él, hasta que punto buscamos la verdadera felicidad que viene de él, hasta donde vivimos unidos a los pequeños de la historia y desde ahí hacemos historia junto con él.
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