29/3/10

Quieren matar a Lázaro...

Meditación con motivo del Lunes Santo

Textos:
Isaías 42,1-7
San Juan 12,1-11

Hemos entrado a la Semana Santa en donde contemplaremos el misterio de la muerte y resurrección de Jesús. Pero finalmente que repercusión tiene para nuestra vida de fe este acontecimiento. Ciertamente es el acontecimiento nos da la salvación, pero como podemos hacer vida esto, cómo se hace presente este acontecimiento en este momento, a qué me compromete en este momento, cómo hacer posible esta salvación en nuestra historia. El texto del evangelio parece colocar un elemento vital, para confrontarnos ante esta semana que inicia.
El texto del evangelio nos presenta una afirmación importante: «Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro…» Ellos quieren matar a Jesús, pero dice el evangelio de San Juan, que también a Lázaro, y es que Lázaro es un signo de vida. Jesús lo ha resucitado y ello quiere decir que se convierte en un signo de fe en Jesús, pero al mismo tiempo es una señal de vida. Lo que las autoridades quieren es acallar todo signo de vida, y la única manera es la muerte. Quieren matar a Lázaro y matarán a Jesús.
De esta manera estos hombres se convierten en enemigos de la vida. Mientras que creer en Jesús implica dar testimonio de vida, ser alguien vivo, pues Jesús es la vida. Cuando hablamos de vida, no nos referimos simplemente a la vida física en cuanto tal, sino una nueva calidad de vida. Ser testigo de vida es ser capaz de de tener una vida nueva, una vida que me haga sentir gusto por mi propia existencia, y de toda la realidad, es la capacidad de tener amor, libertad, verdad, justicia, paz, amor. Tener vida implica ser portador de esta nueva calidad de vida y ser capaz de contagiara, capaz de dar a otros sentido a su caminar, a su amor, a su historia.
Sin embargo esta vida no conviene a muchos, no conviene a los sistemas opresores, porque a estos sistemas, al mundo le conviene el hombre insatisfecho, el hombre triste, con odios, que busca la competencia, que humilla, que pisa a los demás… Porque esto le da la oportunidad de dominar, y de hacer más esclavos. Es más fácil que un hombre triste e insatisfecho se convierta en consumidor, busque hacer sentir menos a los demás, y no estorbe a estos sistemas injustos.
Sin embargo el hombre con vida, vive feliz con lo que tiene, es capaz de ayudar y solidarizarse con el que nada tiene, sabe compartir y ayuda a que los demás tengan un lugar en la sociedad. El cristiano da la vida, es decir es un ser vivo, hace que otros tengan esperanza, sean entes vivos, con fuerza.
Mientras que los sacerdotes buscan la muerte porque no convienen estas cosas a su conveniencia, a su planes. Jesús da vida, y Lázaro es un testigo de esta vida. Por esa razón quieren eliminarlo. LA semana Santa es el momento para confrontarnos y descubrir si realmente hemos permitido que al vida entre en nosotros, si somos esos testigos de la vida, o bien no quereos cambiar, somos conformistas, nos quedamos con nuestros odios, nos quedamos con nuestras indiferencias y egoísmos. El acontecimiento pascual de Cristo nos debe llevar a esto, a cambiar, a estar vivos y no acerrarnos y a ser conformistas como los fariseos, pues finalmente nos lleva a una actitud de muerte.Que esta semana santa nos llenemos de la gracia de Dios y nos haga se auténticos testigos de su amor, de la vida que nos lleva a ser mejores y a ayudar a los demás.

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