9/4/10

Pascua: Escuchar a Jesús

Meditación con motivo del Viernes de Pascua

Textos:
Hechos 4,1-12
San Juan 21,1-14

Hoy se nos presenta este texto bello del evangelio de san Juan en donde se habla acerca de los frutos del apostolado. Pedro y los discípulos van a pescar y justamente en medio de su labor un tanto complicada, aparece Jesús para guiarlos en este camino.
«Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán.» Con esta orden Jesús indica lo que deben de hacer los discípulos para comenzar a pescar, y con ello dar frutos en su labor apostólica. Lo importante es que los frutos de esta pesca no se logran sólo por los esfuerzos de los apóstoles, sino por la voz de Jesús, es él quien los instruye, es él quien les dice por donde deben echar las redes. No basta creer que el trabajo apostólico es de nosotros, que son nuestros dones, nuestros carismas, nuestro modo de ser lo que hace todo, sino que es importante reconocer que todo está en manos de Jesús. Finalmente la fuerza para pescar, para dar frutos es consecuencia de la resurrección.
El principal problema de una pastoral se da cuando creemos que somos nosotros los que hacemos todo, cuando creemos que son nuestras fuerzas, nuestros proyectos, nuestro carisma, pero nos olvidamos de Dios. Entonces no hay pesca, no ha fruto, no hay nada. Puede ser que nos subamos a la braca, que nos creamos mucho, pero no hay nada porque no escuchamos la voz de Jesús que guía nuestro camino eclesial.
Los discípulos después de su esfuerzo, se percatan que deben escuchar a Jesús, se dan cuenta de que es necesario descubrir la voz del pastor que les duce por donde. Muchas veces nosotros hacemos muchas cosas, organizamos, pero sin la voz de Jesús no sabremos hacia dónde ir. Hoy la Iglesia pasa por persecuciones, y lo importante es escuchar a Jesús, no sólo nuestras ideas, nuestros planes, sino descubrir que quiere Jesús, hacia donde movernos y percatarnos realmente de lo que debemos hacer, en favor de todos, a favor de todos los miembros.
Escuchemos la voz de Jesús, eso es lo importante, y sepamos descubrir que todos los frutos que podamos sacra serán finalmente obra d él, no de nosotros, y si nos topamos con dificultades, con momentos difíciles, no perdamos la fe, al contrario sigamos adelante ajustemos nuestros oídos y descubramos por donde debemos de pescar y dar esos frutos, con la fuerza de la resurrección, que nos da esa energía para seguir adelante.

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