9/7/09

Lleven un bastón, sandalias y una túnica

Meditación para el XV Domingo Ordinario
Ciclo /B/

Textos:
Amós 7,12-15
Salmo 84
Carta a los Efesios 1,3-14
Marcos 6,7-13

Cada uno de nosotros, que hemos sido bautizados hemos recibido una misión de anunciar el evangelio, sin embargo, muchas veces esto lo vemos distante, un tanto lejano, un tanto complicado. Sin embargo, para anunciar el evangelio es sencillo cuando descubrimos que debemos anunciarlo implica darlo a conocer con nuestras palabras a nuestros seres queridos, por ejemplo cuando una mamá le enseña a su hijo a rezar, o un papá le dice en donde encontrar a Dios, o bien cuando hablamos de lo importante que Dios e ha vuelto en nuestra vida. Pero sobre todo cuando demostramos que Dios está con nosotros con nuestra vida, venciendo el egoísmo con generosidad, las malas palabras con palabras fraternas, las discordias con una palabra de amor, etc. En una palabra se anuncia el evangelio cuando transformamos nuestra vida y compartimos ese cambio con los demás.
Pero a veces podríamos preguntarnos ¿Cómo llevar a cabo esa transformación y dar fielmente ese anuncio? El texto del evangelio de hoy nos presenta los medios fundamentales:
En primer lugar nos dice el texto que van de dos en dos, marcando la importancia de la vida en comunidad. Para anunciar el evangelio se requiere de los demás, no es una tarea meramente individual, sino que es una tarea de varios, que una vez que compartan su fe, son capaces de permitir que esta experiencia de fe sea más sólida y llena de compromiso y veracidad. Así, cuando en la familia se trata de dar a conocer la fe a cada uno de sus miembros sería mejor si como pareja lo diesen a conocer y no sólo uno. O bien cuando hablamos en un grupo parroquial sobre Dios lo cierto es que se vive su riqueza en plenitud, porque todos son capaces de dar algo nuevo y propio de ellos, desde su vida en Dios. E incluso cuando alguien da a conocer su fe, es mejor cuando se sabe perteneciente de una comunidad, porque ella le apoya, le anima y le instruye.
En segundo lugar «les mandó que no llevasen nada para el camino, ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto.» Marcando que no es necesario lo material para hablar de Dios sino únicamente lo interno, lo que uno va viviendo, lo que uno deja que Dios le toque y le transforme. De Dios sólo hablamos cuando permitimos que él entre y nos renueve.
Sin embargo, pide tres cosas que son base para dar completamente el mensaje evangélico «lleven únicamente un bastón, sandalias y no vistan dos túnicas.» Al pedir Jesús esto indica precisamente que son necesarias, y ahí está la clave para comprender que es lo que se necesita para anunciar el evangelio totalmente. Analicemos brevemente estos objetos que contienen un simbolismo profundo:
El bastón. El bastón dentro del simbolismo bíblico representa diversas cosas. Por un lado, representa la fuerza de Dios, en el libro del Éxodo se puede ver que Moisés tiene un bastón en donde Dios nos presenta su fuerza, para demostrare que no hay peligro alguno que temer pues Dios siempre ayuda.
De este modo el bastón implica reconocer que en la misión es Dios quien nos ayuda, es Dios quien nos fortalece. Deberíamos de preguntarnos el día de hoy, qué tanto confiamos en la fuerza y poder de Dio. Para anunciar el evangelio no bastan simplemente nuestros dones, nuestras facultades, sino ver precisamente la fuerza de Dios en nosotros. Confiar en él, saber que pronto actuará.
También el bastón representa la voz de Dios que nos guía. Los pastores en aquellos tiempos golpeaban con el bastón para ir guiando a las ovejas y ellas escuchaban. Llevar el bastón implica llevar la capacidad de irse dejando guiar por Dios, descubriéndolo en nuestra vida.
Las sandalias. Esto representa la capacidad de ponerse en camino, de no quedarse estático. La vida de fe no es un mero conformismo. Cuántos en su vida de fe dejan de comprometerse, porque creen que sólo con ir a misa basta, o sólo hacer una novena, o cumplir con el requisito de un sacramento. ¡No! La vida de fe es un camino es una puesta en marcha, es siempre dejarse sorprender por algo nuevo. No podemos decir que todo ha acabado, siempre hay cosas nuevas que aprender, cosas que hacer, cosas que enseñar, pero sobre todo es un momento para descubrirse siempre animado por Dios.
De este modo, la vida de fe, el ser misionero implica nunca cansarse de anunciar el evangelio, nunca decir que ya se ha dicho todo. Es la capacidad de reconocer que Dios está con nosotros y nunca dejar de caminar. Siempre dar a conocer a Dios y anunciar que nunca nos deja solos, anunciando siempre lo nuevo que hace en mí.
No llevar dos túnicas. La túnica dentro del pensamiento bíblico representa la personalidad. Por tanto pedir que no se lleve dos túnicas es la invitación a reconocer que para anunciar el evangelio no se puede tener dos caras, no puede existir un doblez de vida. Al contrario es la invitación a ser transparente, a ser sencillo y vivir de igual modo en todo momento tratando de mostrar que si Dios nos ha transformado, entonces es lo mismo que tenemos que reflejar. Es imposible el anuncio del evangelio si nosotros ponemos diferentes caras, si coloco una en el templo, so pongo otra con los amigos, si la cambio con mi familia, vamos mostrando diferentes rostros, diferentes personalidades y ello implicaría que no demostramos como nos ha renovado Cristo y podríamos pasar por hipócritas, pero no como testigos de la fe.
Vivir nuestra fe y anunciarla implica dejarnos guiar por Dios,, confiando en su fuerza, estando siempre dispuestos al cambio y dejando que el Señor nos transforme para ser de una sola pieza. Esta es nuestra misión como bautizados y por ello debemos cumplirla teniendo en cuenta esto que Jesús nos pide.

3 comentarios:

  1. Padre,ahora nos ayudó a reflexionar,entre otras cosas,acerca del tema de ser PROFETAS¡QUE BUENO SERIA QUE PROCLAMARAMOS Y EVANGELIZARAMOS TODOS LOS QUE HEMOS RECIBIDO EL BAUTISMO!Y QUE O HICIERAMOS CON AMOR ¡SERIA SUPER, SUPER,SUPER!¿PODRIA TOCAR TAMBIEN LOS TEMAS DE "SER SACERDOTES Y REYES? GRACIAS

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  2. Gracias hoy e aprendido una cosas más

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  3. Wao llevo tiempo buscando una explicación como esta. Lo del bastón las sandalias, las dos túnicas, solo aquí he podido encontrar esta explicación, mil gracias por aclárarme tantas inquietudes en esta reflexión tan hermosa, tan clara, gracias gracias gracias. Bendito sea Dios 🙌🏽

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