3/7/10

Tomás: Fe que debe madurar

Meditación con motivo de la fiesta de Santo Tomás

Textos:
Efesios 2,19-22.
San Juan 20,24-29


El día de hoy estamos delante de la fiesta de un apóstol, que ciertamente ha sido mal entendido, pues generalmente lo recordamos por su falta de fe, incluso se llega a decir: “yo como santo Tomás hasta no ver, no creer.” Sin embargo hoy no celebramos una fiesta de un hombre incrédulo, de lo contrario no sería santo, al contrario estamos celebrando a un hombre lleno de fe.
Pero creo que es necesario meditar lo que significa tener fe, la fe no es algo de momento y estático, al contrario implica crecimiento, madurez, y por lo tanto movimiento. Santo Tomás es un hombre de fe, y el evangelio de san Juan nos muestra su crecimiento en la fe, es un hombre que busca encontrar sentido a toda su vida. Por ejemplo en san Juan 11,16 Santo Tomás una vez que Jesús dice que tiene que ir a ver a Lázaro a pesar de que lo quieren matar, sin dudarlo dice: «Vayamos también nosotros a morir con él.» Con esto se demuestra que es un hombre que ama a Jesús, y por ello quiere ir a pesar de que de su vida por su maestro, no es un hombre sin fe, es un hombre que quiere vivir su fe.
De esta manera podemos ver que Santo Tomás es un hombre de fe, y si llega a titubear en algún momento no es porque su fe no existe, sino que seguramente está triste, está acongojado pues Jesús ha muerto, y si repentinamente llegan a decirle que vive, sus sentimientos e encuentra, no es fácil aceptarlo así, el sabe que murió y que lo sepultaron, no pueden decirle nada más porque si que está vivo, y por ello titubea. Y ante eso Jesús se apare ce a sus discípulos y de manera especial a Tomás, para reforzar su fe. Si lo pensamos bien Jesús no se pareció a todos los que dudaban de su resurrección, pero sí que se aparece a este apóstol, porque sabe que él no es que no crea o no tenga fe, a contrario, su fe tiene sentimientos encontrados y es necesario aclararle las cosas y eso se realizará con su presencia.
Esto nos enseña que la fe debe ir creciendo y Jesús dará pruebas necesarias a lo largo de nuestras vidas para que esta fe se vaya cimentando. Y desde luego que en el caminar de la fe aparecen las dudas, aparecen las crisis, el escepticismo, pero es parte de la fe. Si alguien dijese que nunca ha dudado de su fe, seguramente quiere decir que nunca ha avanzado en el camino de la fe, seguramente nunca se ha planteado y pensado las cosas de la vida de fe. La fe exige camino, preguntas, y por lo tanto llegan las dudas. Así que hoy celebramos a un apóstol, que dudó, pero que creció en su vida de fe, hasta madurarla y dar su vida por Jesús.
Que nuestra fe sea efectivamente madura en nuestra vida, y si llega la duda, meditemos, investiguemos y dejemos que el Señor nos muestre el camino de la madurez de la fe.

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