1/1/12

«Nacido de mujer...»

Meditación con motivo de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios

Texto:
Números 6,22-27
Gálatas 4,4-7
San Lucas 2,16-21

El Día de hoy celebramos a María como Madre de Dios. Sin embargo es importante entender este título, y para ello centremos nuestra meditación en la segunda lectura donde encontramos una frase sumamente importante que parece mostrarnos el sentido de esta frase: «Nacido de mujer, nacido bajo la ley para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que alcanzáramos la filiación
Si reflexionamos bien esta frase de san Pablo podemos ver que en el centro de la frase está el papel de la mujer y que la meta a alcanzar de este nacimiento es que todos alcancemos la filiación, es decir, que todos seamos Hijos de Dios. Pero al hablar de mujer debemos verlo desde tres aspectos.
El primero de ellos nos pone en relación con el texto, diciendo que si nace de mujer indica que Jesús nace inmerso en una cultura, que es plenamente hombre, pues nace de mujer. Si nace según la Ley para liberarnos de ella desde adentro, y así superar esa Ley; implica que al nacer de mujer trascenderá la maternidad física, invitándonos a ser hijos de Dios.
En segundo lugar nos invita a descubrir que al decir que es Nacido de mujer pertenece al camino de la nueva filiación divina que Jesús ha venido a ofrecernos. Por lo tanto, es claro que la mujer que le engendra no es salvadora por sí misma; su gestación y alumbramiento no pueden entenderse como la que produce la salvación, sino como la que sirve de camal de salvación, el gesto de su madre, como su gestación y maternidad pertenece al camino salvador. Por tanto decir que nace de mujer quiere decir que esta mujer es vital para el inicio de la salvación que él trae. Por ello ser madre de Dios, quiere decir que ella misma es parte de la salvación que Cristo trae.
En tercer lugar nos remite también al contexto judío, en donde la mujer se puede entender desde el plano de ley, e identificando su papel desde la cultura judaica en donde la mujer no tiene un papel importante, y por tanto hay un cierto sometimiento. Y si san Pablo nos remarca este acontecimiento del nacimiento de una mujer ciertamente muestra que la mujer tiene un papel importante, no sólo desde lo natural o del contexto de la ley, sino que realmente tiene un papel preponderante. A pasar de que en el ambiente la mujer no tiene todos los derechos, por tanto si Jesús nace de mujer quiere decir que quiere realzar todos sus derechos, que quiere dignificarla, puyes es por su medio como inicia el proyecto de salvación. Nacer de mujer implica que la mujer tiene su papel, y por tanto san Pablo lo aclara para mostrar la grandeza de la mujer en este proyecto, pues con el nacimiento de Jesús todos estamos llamados a la salvación, todos estamos llamados a la renovación, a tener una dignidad, a ser hijos de Dios. Nadie puede quedar excluido.
Navidad se convierte entonces en fiesta de acogida donde nadie queda, y sobre todo nadie deja de ser importante. Navidad es el final de la marginación, nadie está fuera y todos tenemos un papel importante. EL mismo evangelio lo muestra con la visita de los pastores, ellos llegan a ver al niño, son ellos los que reciben el mensaje primeramente, y es una cosa muy especial, pues los pastores en aquel tiempo son signo de la marginación, y son ellos los marginados por la sociedad los que llegan en primer lugar para adorar al niño. De modo que nadie queda fuera, todos tiene una dignidad con Jesús. Del mismo modo, Celebrar a María como Madre es celebrar que la mujer tiene sus derechos y que tiene un pale importante en el acontecimiento del natalicio de Jesús.
Por ello la navidad debe entenderse desde la dinámica de la apertura y la aceptación a los demás y acabar con todo tipo de discriminación. Cuántas veces hay marginación, no sólo en las grandes esferas sociales, sino desde los más pequeños estratos, desee las familias. Cuántas veces a los ancianos se les deja solos, sin decir ninguna palabra, los marginamos, o bien cuando alguien de la familia tiene problemas y lo criticamos y lo dejamos solo, porque no tiene nada que apartarnos.
No es posible celebrar navidad si el hombre no es capaz de dejar a tras sus perjuicios y seguir marginando. EL hombre debe vivir desde la dinámica de la salvación que la Navidad trae.
Celebrar a los ocho días del nacimiento de Jesús la fiesta de María Madre de Dios, implica celebrar que María ah aceptado el plan de Dios, y así se ha convertido en canal de salvación, permitiendo que el Hijo de Dios tomara cuerpo, como dice el magisterio de la Iglesia: «Unido desde el seno materno, se dice que se sometió a nacimiento carnal, como quien hace suyo el nacimiento de la propia carne.» Por ello es Madre de Dios. Y con ello celebramos el papel de María, y vemos que ella ha participado de gran manera en el plan de Dios. De la misma manera, ahora, así como se reconoce el papel de esta mujer, también hoy se nos invita a poner los ojos en todas las mujeres y descubrir el gran papel que tienen la historia, sin marginarlas, y con ellas, poner la mirada en nuestro alrededor y no discriminar a nadie. Sólo así se puede descubrir el gran valor de la navidad.

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