28/10/09

...Haz que, por intercesión de los santos Simón y Judas, nosotros amemos cada día más a Cristo...

Meditación con motivo de la fiesta de los Santos Apóstoles Simón y Judas

Textos:
Efesios 2,19-22
San Lucas 6,12-19

Hoy celebramos la festividad de los santos apóstoles Simón y Judas, una celebración un tanto peculiar para el pueblo de Dios que frecuentemente atribuye a san Judas Tadeo una especie de poder milagros más extraordinario que ningún otro, siendo que la festividad de hoy al igual que las demás festividades de los santos nos invitan a contemplar un aspecto de la vida de la Iglesia. Y creo que la oración colecta del día de hoy puede ayudarnos:

Dios nuestro que nos has dado a conocer a tu Hijo
por la predicación de los Apóstoles,
haz que, por intercesión de los santos Simón y Judas,
nosotros amemos cada día más a Cristo
y cada vez mayor número de hombres lo conozcan.

Esta oración nos da a entender tres aspectos fundamentales que debemos de considerar el día de hoy. En primer lugar nuestra fe en Cristo. La oración colecta hace hincapié sobre todo que nuestra fe en Jesucristo os ha legado precisamente por la predicación de los apóstoles, de tal manera que deberíamos de preguntarnos en este día que tanto tengo bien afianzada mi fe. Si la fe ha llegado por la predicación de estos hombres, nosotros que tanto vamos permitiendo que esa fe sea importante en nuestras vidas. Qué tanto dejamos que esa fe nos vaya transformando totalmente. Si el día de hoy se despierta una exacerbada devoción a san Judas, que tanto está movido realmente por la fe que él mismo predico. Porque en la mayoría de los casos es movida por muchas cosas menos por una fe auténtica.
En segundo lugar, se pide que la intercesión de estos dos santos (recordando que hoy celebramos a dos santos, y no sólo a uno) nos ayuden a amara más a Cristo. Con esto la oración hace una bella exhortación para que esta festividad nos sirva de medio para alcanzar a Cristo y lo amemos. La vida de la Iglesia implica una cercanía con Jesús que nos lleve amarlo cada día con mayor intensidad. El problema se da cuando nosotros podríamos celebrar hoy esta festividad y no amar totalmente a Cristo. Celebrar una fiesta de los apóstoles es un momento privilegiado dentro de la Iglesia para acercarnos más a Cristo, y vivir con mayor profundidad el amor de Cristo en nuestra vida. De nada serviría celebrar esta festividad si no amamos más a Cristo, sino que limitamos todo a la figura de un ‘santo’, o a una conveniencia material y mágica, pero no una auténtica vida de fe.
Finalmente, la oración pide para que el amor a Cristo se expanda a todos los hombres. Quiere decir que aquí se nos compromete a los demás para anunciar la experiencia de Dios, y así todos amemos a Cristo como Simón y Judas lo hicieron. Es una fiesta que nos invita a ser ‘apostólicos’, a ser ‘enviados’ y dar a conocer lo que es nuestra vida de fe. Sería lamentable que algún devoto de san Judas al finalizar la festividad hablara de todo, menos de Cristo, y de su acción redentora en la humanidad, sería una fiesta absurda y nula, que lejos de dar frutos sólo dio lastima.
Pues si san Judas es el patrono de las causas difíciles e imposibles sería bueno orar y pedirle por la causa más difícil que es precisamente una vida de fe auténtica capaz de acercarse más a Cristo y darlo a conocer, de lo contario habríamos limitado a situaciones difíciles muchas cosas, olvidando la más importante que es la ausencia de Dios en nuestra vida de fe.

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