8/12/10

«¿Dónde estás?»

Meditación con motivo de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María

Textos:
Génesis 3,9-15.20
Efesios 1,3-6.11-12
San Lucas 1,26-38

De las nociones que se tiene de Dios dentro del ámbito religioso es precisamente el de su Trascendencia y por lo tanto, de su total lejanía, una distancia inexpugnable, que se realiza entre Dios y los hombres. Sin embargo, al hablar del Dios cristiano, se topa con la novedad de que no es un Dios distante, sino alguien cercano, una cercanía que ya se puede visualizar desde el Antiguo Testamento. Podemos ver a un Dios que Baja, un Dios que está cerca de su pueblo, que lo escoge y hace una alianza con él. Y La gran novedad se da en el nuevo Testamento en donde Dios se hace de tal manera cercano que se hace él mismo hombre, para acercarse y redimirlo.
Esta cercanía marca una diferencia con las otras religiones, y por lo tanto una gracia especial, sin embrago esto podría ser causa de alegría y de gozo, pues Dios está cerca de nosotros. Pero esto más bien provoca un shock en el ámbito humano, pues parece ser algo que no agrada, pues el hombre se aleja. Esta idea de la cercanía de Dios y la lejanía del hombre parece ser una de las pautas de la fiesta que celebramos hoy: La Inmaculada Concepción de María.
Sobre esta cerrazón y apertura del hombre hacia Dios nos hablan las lecturas. En la primera lectura encontramos a ese Dios que busca al hombre, baja para verlo, para entablar contacto con él. No lo deja en ningún momento. Y casualmente baja justo después de que ellos han desobedecido y han escuchado la voz de la serpiente. Y ahí justo después del pecado los llama. Dios es cercano, y busca a toda costa encontrase con el hombre. «¿Dónde estás?» Es la pregunta fundamental, una pregunta dirigida para él, dirigida para ellos que han pecado. Meditemos algunas cosas sobre la pregunta.
En primer lugar dice: Lo dice en singular «¿Dónde estás?», y no dice ‘Donde están’, y no lo hace porque cuando crea a la mujer el texto nos dice que los dos serán una sola carne. Marcando su unidad, uno se entiende a partir del otro, son una sola realidad, son uno sólo. Por lo tanto la pregunta «¿Dónde estás?» en el fondo nos remite a esta realidad, a su unidad, en el fondo está preguntando por los dos y les está recordando que están llamados a vivir en la unidad.
En segundo lugar, pregunta por la ubicación. Les hace una pregunta que los invita a reflexionar. Que descubran en donde están, pero no sólo en el ámbito espacial, sino en su estado emocional. Dónde están desde el pecado, dónde están desde su fragilidad. Es la invitación a ver que hacen de su vida, en donde se encuentran, que hay ahora en su vida a partir del pecado.
Tercer lugar Dios se quiere acercar a ellos, pero ellos están escondidos no ve en Dios al amigo, al cercano, sino al enemigo, a alguien que los castiga, no ha comprendido el gran amor que les tiene. «¿Dónde estás?» Es la pregunta de la cercanía, es la pregunta del querer estar al lado del otro, no para regañarle, sino para perdonar. Si ellos se ubican pueden encontrase nuevamente, quiere estar con ello. De esta manera: «¿Dónde estás?» es una pregunta que busca la cercanía, la reconciliación, el amor.
Como consecuencia de esto podemos ver un cuatro aspecto, pues «¿Dónde estás?» en el fondo es “Quiero encontrarte”, es una pregunta para que se dejen localizar por Dios y su amor.
El Problema no es de Dios, sino de ellos, pues inmediatamente salen de su escondite, y en lugar de situarse y dejarse encontrar por el amor, comienzan a echarse la culpa entre ellos mismos, rompiendo la unidad que Dios les había asignado, y no sólo eso, sino que rompen el amor, y se alejan de Dios, no se dejan encontrar por él. Esta lejanía se da en el momento en el que ellos rechazan su unidad, que es signo de amor, cerrados e así a la posibilidad del amor, y por lo tanto al encuentro con Dios y su perdón.
Esto nos enseña que el hombre se cierra a Dios, y por tanto, se cierra al amor, a descubrir al otro como importante, como espacio para unirse y ayudar. Dios es cercando, pero el hombre se cierra, cerrándose al amor.
Sin embargo, esto no es algo definitivo, no es que deba de ser así, el hombre puede dejarse encontrar si así lo desea, si el hombre se abre y se da la oportunidad, pues con la gracia, es posible que el hombre encuentre su cercanía con Dios. Esto lo muestra el evangelio, marcando lo contrario a la primera lectura: «El Ángel entró en su casa y la saludó.»El ángel entra, no dice que toca la puerta, o que forcejea, o que le pregunta «¿Dónde estás?», no al contrario, sino que entra directamente y la saluda. Esto quiere decir que con Cristo las cosas cambian, él viene a darnos la cercanía, por medio de su gracia para que el hombre rompa sus esclavitudes y se acerque a él.
Justo eso es el sentido de esta fiesta. Pues, cuando hablamos de la Inmaculada concepción de María nos referimos a que ella, en el seno de su madre fue concebida sin pecado. Hoy celebramos por lo tanto que María fue concebida sin mancha en el seno de su Madre.
¿Qué significa ser inmaculada? Ciertamente significa no tener mancha de pecado alguno en su vida, pero lo más importante es que al no tener pecado, entonces está cerca de Dios, no hay nada que la distancie de Él. Si No hay barreras que lo separen de Dios quiere decir que está totalmente abierta al mensaje de Dios, está abierta a su Palabra y en consecuencia está dispuesta para Dios, se deja encontrar. Dios es cercano al hombre como lo decía, sin embargo hay barreras que impiden que el hombre se encuentre con Dios, o bien que hagan que él desee encontrarse con Dios. Esa Barrera es el pecado, pero cuando esa barrera desaparece, entonces es posible acercarse plenamente a él. Si María es Inmaculada quiere decir que ella está totalmente cerca de Dios y se deja encontrar por Dios.
Eso es lo importante de esta celebración. Que ahora uno puede estar cerca de Dios, pues es posible vencer el pecado. La Inmaculada Concepción, es el anuncio de que el mal será vencido, y que ahora todos podemos vencer nuestro pecado para estar cerca de Dios y dejarnos encontrar por él, para responderle a su cuestionante: «¿Dónde estás?»
Esta fiesta nos hace responder el «¿Dónde estás?» de Dios, nos hace responder a su mensaje de amor, y hoy podemos decirle “aquí estoy”, “Aquí estoy con mi pecado, con mi miseria”, “Aquí ando y quiero que me encuentres y me ayudes a salir de este mal que me consume.”
Que esta fiesta nos sirva para ubicarnos y responder a la llamada del Señor, dejándonos encontrar, pues finalmente, Dios nos busca, y con la gracia que nos da podemos empezar a vencer el pecado que nos separa de él y comenzar a vivir una vida junto a Dios.

1 comentario:

  1. PADRE DECIDO DECIRLE DÓNDE ESTOY: A UN DÍA DE IR AL DESIERTO EN UN CONVENTO EN COYOACÁN. POR FAVOR, RUEGUE POR NOSOTROS.
    SÉ QUE EL SEÑOR OMNIPOTENTE NOS ESTÁ BUSCANDO:
    ¡AQUÍ ESTOY SEÑOR!
    PADRE ESTÉBAN GRACIAS POR SUS HOMILÍAS, SUS CLASES, SUS CURSOS, POR SER SACERDOTE, POR SU EJEMPLO.
    ¡GRACIAS A DIOS! ¡GRACIAS PADRE ESTÉBAN!

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