12/12/10

Proyecto de liberación

Meditación con motivo de la solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe

Textos:
Eclesiástico 24, 23-31
Gálatas 4, 4-7
San Lucas 1, 39-48

El tiempo del adviento, como sabemos es un tiempo de espera, un tiempo para recordar que estamos llamados a la esperanza. Estamos en espera del tiempo de navidad, un tiempo en donde descubrimos, si, la venida del salvador, y por lo tanto de nuestra liberación. Todo hombre es llamado a vivir esta dinámica de libertad, y Cristo ha venido para que en la salvación que nos trae, nos redima y nos rescate, llamándonos a la libertad. Navidad se vuelve así, un tiempo en donde descubrimos al Dios cercano, para que experimentemos la libertad, de manera que el adviento, en una de sus dimensiones, es justamente eso, la espera de la libertad.
El evangelio de hoy nos propone de manifiesto este elemento, con la narración del episodio de la visitación de la Virgen María a Isabel, en donde se ve el anuncio de esta liberación, que se hace patente con dos expresiones que Isabel pronuncia.
La primera de ellas: «Bendita tú entre las mujeres.» Estas palabras reflejan que existe la bendición porque hay presencia de Dios, debido a que María ha aceptado el proyecto de Dios, ha acogido su Palabra. Por lo tanto la liberación comienza con esto, con la aceptación de la Palabra. Sólo es posible vivir en la dinámica de la liberación, en la medida en la que se acoge la Palabra de Dios. Sólo se puede vivir el proyecto de la liberación, si uno acepta la Palabra que libera. Esa Palabra que desde el principio genero la vida y la creación, esa Palabra que es fecunda y le prometió vida y descendencia a Abraham, esa Palabra que finalmente promete y libera al pueblo de la esclavitud, esa Palabra que constantemente les recuerda su alianza y la fidelidad que han de observar por medio de los profetas, esa palabra que finalmente se hace carne.
Cuando esa Palabra es acogida, se acoge todo un proyecto de salvación, cuando la Palabra se acoge no es sólo el acoger el mensaje, es acoger toda una historia que constantemente remite a Dios y por consiguiente, remite al proyecto de libertad, a lo que hace realmente libre al hombre, pues finalmente es una Palabra que anuncia justamente el camino para ser libres.
Decir: «Bendita tú entre las mujeres», implica decir, has recibido la bendición, porque tienes la palabra de dios en ti, porque has hecho que esa Palabra diga el bien en ti. Y es bendita entre todas, porque alguien acogido esa Palabra plenamente en su vida. Quiere decir que realmente hay un proyecto de libertad en el hombre, que el proyecto de Idos sigue adelante, quiere que su Palabra siempre es cercana, quiere indicar que esa Palabra entre, y sigue ofreciendo esa dinámica de liberación en el hombre.
Pero esta acogida de la Palabra, implica la bendición, la entrada de un camino que dice bien a lo largo de la historia, y que lleva a una segunda expresión, que refleja, no sólo la acogida de una Palabra, sino la plenitud de un proyecto, la plenitud de una salvación que Dios quiere para el hombre: «Apenas llegó tu saludo el niño saltó en mi seno», dice en un segundo momento Isabel. ¿Qué significa esta expresión? Ciertamente es una expresión de Jubilo, de gozo, pero sobre todo es una expresión de cumplimento de las promesas, pues según las tradiciones rabínicas los profetas saltarían de gozo en el seno de la tierra cuando legará el Mesías. Entonces tenemos ahí a Juan el Bautista, el último de los profetas, símbolo de la comunidad profética, que salta de gozo, pues el Mesías ha llegado y todo se cumple ahora. Esto produce un gozo, pues Dios cumple sus promesas. Vivir en el gozo es el segundo elemento de la liberación, si bien la liberación se da en la acogida de la Palabra, esa liberación produce el gozo y sólo se puede comprobar esto, si existe el gozo.
La experiencia de liberación, requiere esta experiencia del gozo, pues el gozo renueva profundamente al hombre, es el gozo hace que la vida tenga sentido, sin ello no es posible que realmente sea uno libre, pues alguien triste, en realidad no es libre, pues está atado a su tristeza; o alguien angustiado, está atado a sus miedos; o alguien inseguro, está atado sus frustraciones y complejos. Por lo tanto no hay libertad, pues el gozo no existe. Por tanto, es necesario acoger la Palabra, y por ende, debemos acogerla con gozo, pues la liberación comienza. «Apenas llegó tu saludo el niño saltó en mi seno», son palabras que halan de alegría, hablan de entusiasmo, pues ahora la liberación ha llegado.
El adviento es un tiempo que nos invita a esto, nos invita a ser capaces de acoger esa Palabra que libera, y por ende, es una Palabra que nos lleva al gozo. Estas palabras que aquí se dirigen a María, no se quedan sólo en ella, sino que nos remite a todos nosotros, pues María en el evangelio de san Lucas, es el símbolo de la nueva comunidad a la cual estamos todos insertos.
Pero detengámonos un poco en María, ella acepto esa Palabra, y por ende trajo alegría, pues seguramente ella fue la primera que lande gozo empezó una transformación en su vida. Y si ella es portadora de estos sentimientos, entonces, es portadora de un mensaje de liberación, un mensaje que se hace visible de un modo particular en la fiesta que hoy celebramos: Nuestra Señora de Guadalupe.
María de Guadalupe se pareció para traer un mensaje de liberación, ella misma pidió al aparecerse a Juan Diego, una casa, y en el pensamiento Náhuatl remite a una nación, ella viene a dar cimentos a una nación, que se siente derruida, que se siente derrotada y fracasada, es ella que viene a dar sentido a sus vidas, viene ella dar un mensaje de liberación, de dignidad y de transformación a una nación. A eso vino la Virgen, y eso es lo que hoy deberíamos celebrar, no vino a que se construyeran simplemente templos, o plazas, ¡No! Vino a construir una nación donde se puede vivir la unidad, la paz, y sobre todo empezar a vivir ese mensaje de liberación.
Celebrarla, implica por lo tanto reconocer que ella trae ese mensaje de salvación que libera, de nada sirven templos, basílicas, plazas, si no somos capaces de vivir ese sentido de libertad a la cual estamos llamados. Todo se queda en lo material, todo se queda en el absurdo de una vida externa, en un mensaje meramente materialista, en una devoción frágil, en una celebración de comida, misas, y cohetes, pero sin el verdadero fundamento de esta celebración: Sr libres, desde la acogida de la Palabra y el gozo que ella trae.

1 comentario:

  1. PADRE ¡QUÉ ORGULLO! ¡SOMOS MEXICANOS! ¡UNA RAZA MESIÁNICA! ¡UNA RAZA LLAMADA A RENOVAR AL MUNDO POR MEDIO DE NUESTRA CULTURA Y NUESTRA FÉ!
    Y ¡QUÉ ORGULLO! ¡USTED ESTÁ EN ROMA! ¡GRACIAS PADRE TODOPODEROSO! ¡GRACIAS MADRE SANTÍSIMA!
    ¡SALTEMOS DE GOZO!

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