8/9/09

Maravillarnos ante el don de la vida

Meditación con motivo de la fiesta de la natividad de la Santísima Virgen María

Textos:
Miqueas 5,1-4
San Mateo 1,1-16.18-23


La vida es una de las realidades más grandes y extraordinarias que le pueden suceder en el hombre pues ahí se ve la grandeza de estar en medio del mundo de relacionarse con él y con su entorno de entra en contacto con las demás personas, de experimentar, sentir. La vida es un regalo por el cual podemos existir, por el cual estamos llamados a ir creciendo, aprendiendo, relacionarse, madurar. Por tanto ver nuestra vida implicaría ver lo grande que es este don, lo grande que es al descubrirse capaz de tantas cosas. Y ello debería de llevarnos a tratar de encontrarnos con nosotros mismos de valorar lo que tenemos, lo que nos rodea, lo que hemos madurado. Y así como deberíamos de admirarnos de nuestra vida, debemos fascinarnos de la vida en sí misma, y ello debería de hacernos estremecer por este don que está en nosotros y en los demás.
Sin embargo hoy en día podemos encontrarnos con una terrible dificultad que es precisamente el desprecio a la vida, y esto se da en todo sentido. Puede haber un desprecio por nuestra propia vida, así como por la vida de los demás. Esto implica una fuerte ideología que va atentando contra nuestra realidad, contra nuestra historia, contra los derechos de los demás. Esto lo podemos constatar cuando vemos el desprecio por las personas discapacitadas, por los ancianos, los enfermos, y elevan la voz por una ley a favor de la denominada “Eutanasia”, aduciendo a un buen morir cuando en realidad solo es una voz que se eleva a favor del egoísmo para no atender a los demás, para no tener cargas pesadas en la vida, para tener una existencia “light”, para disfrazar el sufrimiento; pero todo esto no es sino la muestra de un egoísmo terrible por no quiere descubrirle al otro el maravilloso don de la vida, y prefieran quitarle la vida misma.
El don de la vida es una maravilla y lo podemos contemplar cuando un niño nace, pues en él se ve la esperanza, el gozo, la ternura, y sin embargo, hoy en día parece que ni esta imagen parece hacernos sensibles al don de la vida pues hoy en día se eleva una voz a favor del aborto en donde el don de la vida parece desaparecer, donde se ve como un estorbo, un “producto”, algo que no vale la pena. Y es preferible abortar y con ello no sólo se atenta contra la vida del otro, sino se hace partícipe de la irresponsabilidad, pues es más fácil abortar, destruir, matar; que hacerse responsable de los actos, tomar la vida en serio y afrontarla. Con esto vemos una ley que sólo promueve muerte e irresponsabilidad, egoísmo y superficialidad. Así la vida queda reducida a nada, quedando encima de ella la destrucción, la irresponsabilidad, el egoísmo, la irresponsabilidad, que en el fondo tienen como cimiento la muerte. Algunos dirán es parte de la sexualidad responsable, yo diría más bien es parte de una sexualidad irresponsable y libertina, que sólo busca su propio bienestar y el desinterés por los demás, y de la misma vida. Olvidando así, la maravilla de la vida que se hace presente ahí, una vida fragiil, que inicia y que va cargada de esperanza y de gozo. El aborto es una expresión que hace que olvidemos precisamente esa maravilla del don la vida y de lo que estamos llamados a hacer y a valorar.
Y la vida de la misma persona lamentablemente también pierde sentido en medio de esta cultura. Esto se corrobora en el creciente número de ideologías existencialistas nihilista, es decir que consideran que su vida no vale la pena y de ahí que se suiciden, que pierdan la esperanza y sentido de su vida. Ello lleva a suicidarse, a drogarse, a pertenecer a grupos que invitan a la tristeza por la vida, la frustración.
Hoy la Iglesia celebra la festividad del nacimiento de la Virgen María una festividad que nos invita a levantar la mirada y reconocer el valioso don de la vida. Si nos detenemos y celebramos esta festividad quiere decir que entonces que la Iglesia celebra el don de la vida, de una vida que inicia y que según el proyecto de salvación, inicia la vida de la que será portadora de la gracia de Dios, de la salvación que Dios dará a la humanidad, es la Aurora de la salvación. Pero no sólo celebramos el nacimiento de la madre del Salvador, sino que debemos de orientar al misterio de la vida, lo valioso que es la vida en sí miso, tanto que el mismo Dios prefiere iniciar el proyecto de salvación por medio del don de la vida de la Virgen María.
Esta festividad por tanto nos ayuda a elevar la vista y descubrir que la vida es lo más valioso que existe pues ahí se manifiesta la acción de Dios en nosotros. A lo mejor este don parece insignificante en nuestro mundo hedonista, que busca sólo el placer, que se encierra en su egoísmo o su fatalismo, sin embargo es lo más valioso que hay siempre ha de defenderse. Efectivamente parece pequeña, una vida mínima, pero es ahí donde se ve la grandeza de Dios como parece marcarlo el texto de la primera lectura de hoy: «Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que debe gobernar a Israel
El texto del profeta Miqueas nos presenta una realidad fundamental, la salvación viene de Belén; y al hablar de Belén estamos hablando de una pequeña aldea, una aldea insignificante. Uno pensaría que vendría de una ciudad portentosa, poderosa, pero nunca de una aldea insignificante; pero Dios no lo ve así, en lo pequeño aparece su poder. Efectivamente en lo sencillo, en lo cotidiano de la vida Dios se hace presente, ahí es donde se manifiesta. Por tanto, en don de la vida parece pequeño, parece insignificante, pero ahí se manifiesta el poder de Dios, la fuerza del Señor. A lo mejor muchos lo minusvaloran, no se dan cuenta del gran regalo que Dios otra, pero el cristiano está llamado a anunciar y valorar esta vida que Dios nos regala de continuo.
La Virgen María fue modelo de esto, pues a ella misma le propusieron aceptar en su seno al Salvador del mundo y sin despreciarlo, sin cuestionarlo permitió que la salvación de Dios viniera a su vida, permitió que el designio de la vida se hiciera presente en ella, dando así arranque al amor de Dios salvando a la humanidad mediante su Hijo. Si bien era un poco riesgoso lo cierto es que acepto este don de la vida abriendo su ser y persona a este acto de Dios, así como el mismo san José lo acepta como nos percatemos en Evangelio. Ellos descubrieron que Dios actúa a través de la vida y se abrieron a esta gracia, arrojándose al don de la vida. Permitamos que en este día en el que celebramos la natividad de Nuestra Madre valoremos el gran don de la vida que Dios nos da, lo defendamos y contagiemos a los demás la alegría por vivir.

4 comentarios:

  1. PADRE, ¿es igual Belén de Zabulón que Efrata? ¿Qué significan? Podría saber yo más de este hermoso tema?
    GRACIAS PADRE

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  2. Lo que sucede es que en la Biblia se hablan de dos ciuades con el mismo nombre pero con diferente localización. EL Antiguo Testamento menciona generalmente el pueblo de Belén de Judá, que está localizado a 8,4 km aprox. del sur de Jerusalén y a 731 m sobre el nivel del mar (Génesis 35,19; 48,7; Jueces 17,7-9), incluso es la aldea en donde nació el Rey David (cfr. 1 Samuel 17,12). Mientras que Belén de Zabulón está localizado al norte de Palestina, a 12 km aprox. del noroeste de Nazareth y se menciona muy poco en el Antiguo Testamento (Josué 19,15; Jueces 12,8-10). Al parecer fue ciudad importante, sin embargo no tiene gran relevancia dentro de la teología bíblica. Sin embargo la atención se centra en Belén de Efratá, que era una ciudad pequeña, de pastores, insignificante para la mayoría, per grande a los ojos de Dios. Con esto el profeta Miqueas no sólo nos habla de una profecía del nacimiento del Mesías, sino de cómo Dios se hace presente en lo pequeño y cotidiano de nuestra vida, haciendo de ello la experiencia más grande y maravillosa de nuestra historia. Dios no se presenta en lo grande y llamativo, sino en lo sencillo y cotidiano de la vida. Incluso el mismo nacimiento de Jesús en Belén nos demuestra que no viene con todo el lujo y poder de la historia, sino que viene en lo sencillo, y desde ahí se procede a lo más grande y extraordinario del mundo: La salvación del hombre.

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  3. Non posso credere che tu fai questo in giorni de calda e sopor. Tanti auguri fretello mio! E buona giornata!

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  4. è lo Spirito Santo è in essa. Grazie Padre Esteban.

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